martes, 15 de septiembre de 2009

Alimañas...

Así es. En el día de ayer apareció la primera Alimaña en mi casa.

Me levanté como cualquier día, y medio dormida enfilé para el baño.

Ahí estaba.

Esa presencia de característico color marrón rojizo.

La miré.

Llamémosla Cuca.

Recordé que no contaba con ninguna clase de insecticida. Cruzó por mi mente la inquietud de si se podían matar insectos con Lysoform. No dice que mata el 99% de los gérmenes?

Ahí es cuando reparé en que estaba boca arriba. "Bueh, estará muerta". Pero cuando me acerqué empezó a mover freneticamente las patitas.

Sin un asomo de compasión, agarré una zapatilla y terminé con su sufrimiento. Acto seguido la levanté con el escobillón y la pala y le di un funeral muy poco digno en mi inodoro.

Nota mental: comprar insecticida. La próxima vez no voy a tener tanta suerte.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Sí, edité todas las entradas...

...para que ya no sean el bodoque de antes.

De nada.

La maldición de la humedad en el monoambiente

Un día una amiga te reenvía un mail en el que ofrecen un departamento en la ubicación ideal. Y es dueño directo, o sea que hay que pagar menos para entrar. Y el alquiler es coherente. Entonces vas a verlo.

Cuando te muestran la casa todavía están los muebles de la anterior inquilina. Y se ve reeeeeee lindo. Pensás que vos ubicarías los muebles (de los que aún carecés) de otra manera, pero en resumen, te gusta.

Entonces vas de nuevo. Esta vez los muebles ya no están, y notás una importante mancha de humedad en una de las paredes. Ante eso, optás por decirle a la dueña que querés quedarte con el departamento, pero que te lo de pintado y arreglado y vos le pagás el depósito.

Así es como firmás el contrato aunque te parece llamativo que todas las paredes son blanco mate, salvo la que tenía la humedad, que está brillante. Como de esmalte sintético. Que raro.

Te avisa la propietaria que hubo una filtración en el séptimo piso (como recordarán, vivo en el quinto -no el tercero-). Que en una semana más o menos va a volver el pintor a arreglar el techo del baño.

Y empezás a instalarte...
...hasta que una semana después la sospechosa pared brillante empieza a tener irregularidades...

...que se transforman en globitos...

...que se empiezan a romper...

...haciendo que se te pele toda la pintura...

...y a esa pared sigue otra...

...y el techo...

...y otra pared...

...y se te empieza a levantar el parquet del piso.

Ahí te das cuenta de que hay algo que va MUY mal.

Y ahí viene la dueña a ver que pasa, se horroriza, y empiezan las peleas. Que le corresponde al consorcio, que le corresponde a la dueña, que es el depósito del inodoro, que viene del séptimo, QUE HAY QUE ROMPER LOS AZULEJOS, PICAR LA PARED, LEVANTAR TOOOOOODO EL PISO DEL BAÑO DURANTE DOS SEMANAS Y ANDÁ A HACER PIS DEL VECINO...

Que lindo que es vivir sola, no?

jueves, 10 de septiembre de 2009

Ya pasó un mes?

Que loco. No estoy acostumbrada a esto de escribir en blogs, así que me colgué.

En fin, lo importante es que siguió aquí, al pie del cañón.

Ufff, releyendo me doy cuenta que pasaron un montón de cosas que no llegué a compartir. Voy a ser breve, concisa y concreta:
  • - Pintar el botiquín es algo mucho más complicado de lo que uno piensa. Sobre todo si uno tiene rulos. Existen altas probabilidades de terminar con el pelo lleno de esmalte sintético.
  • - Por más que suene Super! Divertido! si el inodoro es celeste la tabla verde agua va a quedar como mínimo... raro.
  • - Mandar al lavadero las toallas blancas con una medio naranjita NO ES UNA BUENA IDEA. Créanme.
  • - Eventualmente lo recontrasuperdivertido de cocinar se agota, y ahí es cuando uno empieza a comer fideos. Seguido.
  • - Si el queso blanco está un poco vencido, no pasa nada. Si el fiambre está un poco pegajoso, sí.
  • - Aún si casi no estoy en mi casa, igualmente el piso va a estar siempre lleno de tierra.
  • - Esperar a que se llene la bolsa de basura para sacarla no es una buena idea. Sobre todo si uno no tira mucho y pasan varios días hasta completarla.
Bueno, prometo volver y contarles sobre la super excitante humedad de mis paredes!

jueves, 6 de agosto de 2009

Quinto... Tercero....

Ayer pasó algo re loco. Mi mamá me mandó la señor que limpia en su casa para que le diera una repasada a mi departamentito. Dejó las llaves en lo de mi abuela, donde ella también estaba trabajando, para que después venga a casa. Le dieron la dirección y enfiló para mi edificio.

Al principio le costó abrir la puerta, porque la llave estaba medio dura, pero con un poquito de fuerza logró entrar. Lo primero que le llamó la atención fue la cantidad de muebles. Que loco que en tan poco tiempo ya hubiera armado la casa tan completa. Lo segundo fue el desorden, la comida sobre la mesa, la cama llena de migas y todas las cosas tiradas. No le dio mucha importancia y se puso a limpiar...

...hasta que llegó una chica, que dijo ser la dueña de ese departamento, donde vivía hace 4 años, con un susto de muerte.
De más está decir que ese no era mi departamento. Era 2 pisos más abajo.

Con el ataque de susto que tenían las dos (Rosa y la dueña del tercero), tuvo que intervenir mi vieja para aclarar las cosas. Después de eso Rosa sí fue a mi casa y la dejó chiche bombón.

Cuando volví de trabajar tuve que ir al tercero a pedirle disculpas a la chica. Pero nunca me atreví, como me pidió Rosa, a pedirle el tupper de la comida que dejó en su heladera...

A la orilla de la chimenea

Viviendo como vivo en un departamento sin pico de gas para estufa, me he tenido que arreglar con la ayuda de mi pequeño y fiel caloventor. El animalito consumía como un cerdo (he ahí que la factura de luz de la dueña anterior fuera de $500). Hasta que murió.

Un minuto de silencio para mi caloventor.

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Gracias.

Cuando uno hace números a la hora de irse a vivir solo, calcula minuciosamente todos los gastos fijos que va a tener, y deja un resto para los imprevistos. Lo que no se me había ocurrido es la cantidad de imprevistos que se podían llegar a presentar.

Alguna vez trataron de comprar una estufa eléctrica en agosto? No? Bueno, ojalá nunca tengan que hacerlo. Porque no hay. Los precios están por las nubes y encima NO HAY! A menos que uno se quiera comprar un aire acondicionado split. y aún ahí tiene que rezar para que le vendan uno frío / calor.

Pues bien, nuevamente super mamá y papá han salido al rescate y me regalaron un supermegacaloventor de pared con control remoto y timer que parece un split. Para el día del niño. Sí todavía me dan regalos para el día del niño.

De paso aporoveché para bajar con la encargada a ver el medidor eléctrico y que no me estuvieran robando luz. Y no, la mina era una bestia nomás...

Y esas son las pequeñas delicias de la vida independiente.

lunes, 3 de agosto de 2009

Fin de semana de locura

Desde que me fui a vivir sola no tengo ni un poquito de ganas de salir. Me imagino que es normal, que a todo el mundo le pasa. Pero convengamos que hace tiempo que no se me puede considerar "una persona de la noche" (si es que alguna vez alguien pudo decir eso de mi).

El viernes a la noche terminé de laburar reventada. Pero ya le había dicho a Sabina que pasaba por la casa, así que allí fui. A las 10.30 estaba en casa. Ahí probé las delicias de la independencia: decidir a las 11 de la noche que la verdad que tenía hambre y que me iba a cocinar algo.

El sábado, día de familia. Visitas a casa a la mañana, a lo de mis viejos al mediodía y visitas de nuevo a la tarde en mi casa. Pero me compré la mesa de la PC, y la adquisición de la primera pieza de mobiliario valió el esfuerzo.

A la noche se quedó Mariano (mi novio). Todavía me siento un poco invadida cuando alguien se queda tanto tiempo, así sea él.

Y el domingo, supermercado y a estudiar. A la noche cociné como para tres días, porque hoy empiezo la facu y se que me va a ganas la fiaca.

Nota mental: si la sartén no es de teflón, la comida se pega abajo.

Y eso fue todo, nada especial.
Ah, esta mañana hice el cambio de titularidad en Edesur. Y la próxima factura no hay tutía.

viernes, 31 de julio de 2009

La cuenta de luz

El miércoles me llegó la cuenta de luz.

Todo iba bárbaro. Yo estaba hablando tranquila con mi mamá que estaba de viaje, cuando vi el fatídico sobre (bah, bolsita) que me recibió cuando abrí la puerta de mi departamento.

$500.

Sí. Quinientos pesos.

Obviamente, lo primero que hice fue mirar bien el departamento, porque no había chances de que eso fuera del mío. Pero era.

Y ahí fue cuando me largué a llorar.

Quinientos pesos? Cómo se hace para gastar quinientos pesos de luz? O sea, como se puede LOGRAR gastar quinientos pesos de luz en un departamento de un ambiente? Cuántos caloventores tenés que tener prendidos las 24 horas del día para que te vengan quinientos pesos de luz.

Por teléfono y desde Misiones mi mamá trataba de calmarme y de explicarme que eso no me correspondía pagarlo a mí, sino a la inquilina anterior, ya que a diferencia de, por ejemplo, el agua, que se paga un monto fijo por adelantado, la luz se paga lo que uno efectivamente consume, y nada de ese consumo era mío.

Cuando me calmé un poco llamé a la dueña del depto. Le conté lo de la factura, y casi se muere. De paso también hablamos de la humedad de la pared y del techo del baño, y arreglamos para pagarle el alquiler.

Finalmente y visita a Edesur mediante, la dueña se hace cargo de la factura, como corresponde. Pero me pidió que haga el cambio de titularidad, así a partir de ahora viene a mi nombre.

Que loco, cuando mis viejos me gritaban que si no estaba en un lugar que apagara la luz, o me rompían cuando me olvidaba prendida la tele, siempre dijeron que era porque la factura eléctrica iba a ser un choclo imposible de pagar. Y aún así nunca fui plenamente consciente de ese hecho hasta que vi la dichosa boleta.

El lunes voy a hacer el cambio así me quedo tranquila. Además voy a fijarme en el medidor del edificio que no me estén robando tensión, porque sigo pensando que no hay posibilidad física de gastar 1500 Kw en un ambiente, por más invierno que sea. Y en 20 días viene el pintor a arreglarme la pared. No es lindo mudarse sola?

martes, 28 de julio de 2009

Visitas

Una de las nuevas experiencias que tiene mi vida es la de cocinar. Antes mientras volvía de la facu iba pensando qué me iba a poner al día siguiente, así dejaba la ropa preparada. Hoy tengo que seguir pensando en eso y ADEMÁS, en qué voy a cenar.

Es un detalle importante, ya que de cualquier cosa que cene tengo que hacer dos porciones: una para la cena y otra para poner en un tupper (o táper, whatever) y llevarla para almorzar en el laburo. O sea que tengo que considerar que sea algo transportable, suficiente y que no me de vergüenza que vean a mis compañeros.

Ejemplo: el domingo tenía frío y nada de ganas de cocinar. O sea que cacé lo primero que encontré y me hice fideos con tuco. Ahí es cuando pensé que esa noche todo bien, pero al día siguiente si almorzaba unos fideitos pedorros me iba a cagar de hambre, así que le agregué una salchicha cortadita. Si, ya sé, no se transformó en un pato a la naranja, pero daba menos penita.

El asunto es que ayer a las 6 de la tarde, a una hora de salir de trabajar, comencé con el consabido "hoy que puedo comer?". A decir verdad tengo un montón de cosas en el freezer que voy acumulando, pero son para días en los que REALMENTE no tenga NI UN POCO de ganas de cocinar. Tengo que aprovechar el impulso que tengo ahora de casita nueva en el que cocino con esmero. Es la segunda semana, che. Ya se me va a pasar.

Luego de darle muchas vueltas al asunto decidí pasar por Jumbo (porque justo ayer tenía 15% de descuento), comprar un par de pechugas de pollo, una cebolla, algo de fruta, y hacer un pollo al curry con arroz. Créanme, suena más complicado de lo que es cocinarlo.

Sin embargo, todo se complicó cuando mi amiga y compañera de facu Sabina me llamó para decirme que pasaba por mi casa a estudiar. Y que nos encontrábamos a la salida del subte.

"Ok, -pensé- voy un poco más tarde". Mas no. Entre pitos y flautas eran las 10 de la noche y seguíamos tomando mate. Y la cena sin hacer.

Finalmente las 10.45 pm me encontraron cocinando un pescado que tenía en el freezer reservado para mejor ocasión, cortando puerros y haciendo puré (Chef). Y no saben lo divertido que es llevar pescado en el subte y calentarlo en el microondas de la oficina.

Hoy ya lo decidí desde temprano: guiso de carne, verduras y tuco. Tengo todos los ingredientes. Y si viene Sabi a estudiar, repasaré desde la cocina.

lunes, 27 de julio de 2009

Inicio



No recuerdo exactamente cuanto tiempo hace que quería irme a vivir sola, pero seguro que varios años.
Sería falso afirmar que nunca había podido. De hecho cuando tuve algo de plata ahorrada opté por irme a Europa con mi amiga Dani, y cuando mi sueldo finalmente me permitió independizarme, renuncié a ese trabajo.
Pero ultimamente las cosas fueron bastante diferentes. El último año la prioridad fue la casita propia, proyecto complicado cuando uno está sin laburo. Pero finalmente y gracias a una busqueda exhaustiva, conseguí un trabajo que me permitía mantenerme y me aboqué a la gran búsqueda.
Pensaba que era fácil. Pensaba que era divertido. Me equivocaba.
El primer obstáculo fue económico. Quien hubiera pensado la cantidad de requisitos para siquiera empezar a pensar en acercarse a una inmobiliaria? Un mes de depósito, más un mes de alquiler adelantado, más dos meses de comisión, más $500 para los certificados de la garantía, más una garantía en capital... Y todavía ni siquiera empezaste a pensar en pagar la heladera!!
Por suerte Daniela me pasó el contacto de una persona que alquilaba un departamento, dueño directo, exactamente en la zona que yo quería. Era solo de un ambiente, pero me ahorraba todos los gastos de la inmobiliaria. Lo fui a ver.
Cuando entré aún estaba la inquilina anterior con todos sus muebles. Me bastó un seguno para sentir que estaba entrando en mi casa. Desde ahí, todo era viento a favor.
Arreglé el precio. Arreglé que lo pintara ella y yo le pagaba el depósito (tema del que hablaré más adelante). Y el 9 de julio firmé el contrato.
La canilla perdía y tuve que llamar al plomero. La pared estaba (y está) comida por la humedad y pintada con satinol encima. No tiene estufa y me arreglo con un caloventor. Pero es mío!!
De a poco se fue llenando de cosas. Mis viejos me regalaron la heladera. Y la primera compra del supermercado. Y la cortina de baño. Yo me compré la cama y de a poco lo fui llenando de cosas.
Mi reino personal: la cocina. Es el ambiente que está como quiero y donde más me gusta estar.
A medida que pasen los días voy poniendo los obstáculos con los que me voy encontrando. Porque, a quién se le ocurre que al salero hay que ponerle arroz? Como me voy a imaginar que si quiero cocinar una tarta primero me tengo que comprar una tartera?