lunes, 3 de agosto de 2009

Fin de semana de locura

Desde que me fui a vivir sola no tengo ni un poquito de ganas de salir. Me imagino que es normal, que a todo el mundo le pasa. Pero convengamos que hace tiempo que no se me puede considerar "una persona de la noche" (si es que alguna vez alguien pudo decir eso de mi).

El viernes a la noche terminé de laburar reventada. Pero ya le había dicho a Sabina que pasaba por la casa, así que allí fui. A las 10.30 estaba en casa. Ahí probé las delicias de la independencia: decidir a las 11 de la noche que la verdad que tenía hambre y que me iba a cocinar algo.

El sábado, día de familia. Visitas a casa a la mañana, a lo de mis viejos al mediodía y visitas de nuevo a la tarde en mi casa. Pero me compré la mesa de la PC, y la adquisición de la primera pieza de mobiliario valió el esfuerzo.

A la noche se quedó Mariano (mi novio). Todavía me siento un poco invadida cuando alguien se queda tanto tiempo, así sea él.

Y el domingo, supermercado y a estudiar. A la noche cociné como para tres días, porque hoy empiezo la facu y se que me va a ganas la fiaca.

Nota mental: si la sartén no es de teflón, la comida se pega abajo.

Y eso fue todo, nada especial.
Ah, esta mañana hice el cambio de titularidad en Edesur. Y la próxima factura no hay tutía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario